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martes, 8 de octubre de 2013

Cuenta la leyenda incaica, que Mayta Capac, con el fin de reconocer sus dominios del Antisuyo, armó una expedición compuesta por ayllus y soldados. Un día de lluvia, saliendo de la capital del Imperio y una noche de nieve llegaron al Lago Sagrado de Manco Capac.
Al amanecer, Mayta Capac decidió seguir las cordilleras del poniente por donde se ocultaba el dios Inti (Dios Sol).
Cortando cerros y paramos, pasaron por Lagunillas y ascendieron un poco hasta Imata (alta y pequeña laguna).

Siguieron las huellas del Inti al ocultarse y pernoctaron en Sumbay (quebrada de agua, cristalina). Pasaron una noche de poco frío y emprendieron nueva caminata; vencieron una corta lomada y de repente un espectáculo de oro maravilló a las huestes de Mayta Capac.

El sol iluminaba, la cabeza de un inmenso volcán y el Inca, lleno de asombro exclamó: ¿Un misti... que habrá tras ese misti? Y averiguaron (Misti, en quechua significa: Señor, dueño inamovible de la tierra).
El Inca y su ejército, colmados de ansiedad por ver que había tras aquella montaña, perdieron el cansancio. Cerca de las faldas del misti, divisaron a la izquierda una sucesión de pequeños volcanes, empinados y blancos y volvió a exclamar: Pichupichu... acompaña a Misti. ("Pichupichu", significa entonces "Sucesión de volcanes"). Y, mirando a la derecha, otra imponente montaña, toda cubierta de nieve, al unísono exclamaron: ¿Chachani, Cachani, resguarda a Misti? ("Chachani" , quiere decir montaña de nieve"). Cruzaron el abra entre lo que ellos llamaron: Misti y Chachani y volvieron a maravillarse.
Al fondo un inmenso valle cortado por una cinta de agua cristalina, el Inca señalando aquel río dijo a su gente: ¡Chili… mayo… "Chili" significa gruta de agua y "mayo", rió). - ¡Arequepay! ( Aquí quedaos). Y de aquí el nombre de Arequipa.

Bajaron hasta el centro del valle. En la orilla, inclinada y verde, se instalaron Mayta Capac ordena que cada ayllu, buscase los terrenos mas propicios para el cultivo de la papa y el maíz.
En el terreno más extenso armaron un tambo y empezó a repartir lo que había traído.
Cada vez que el Inca salía, en busca de otros lugares para entregar tierras a sus ayllus y soldados, dejaba un vigía a cargo del tambo. El vigía, era un indio que con su cuerno sonoro, llamaba al Inca para avisarle que había llegado un chasqui y encomienda de la sierra. Y como aquel cuerno sonaba. ¡¡ Tuturutúúú!. Tuturutu, llamaron al indio vigía que con el tiempo se encargo de cuidad el tambo y avisas al Inca del cualquier novedad.

Cuando ya los pobladores instalados en cada andenería de cultivo; después de cada luna, volvían al tambo para recibir semillas, encomiendas y víveres, el Inca ordenaba amablemente: ¡Tuturutu trae!, ¡Tuturutu tiene!. ¡Tuturutu reparte!.

Y Tuturutu de tanto repartir día y noche, una mañana amaneció muerto y petrificado por una ola de frió.
Allí quedó el Tuturutu, en el centro del tambo, con su trompeta sonora, dirigida hacia el Sol, derramando chorros de agua cristalina, en señal de riego y alegría para aquella población inca que tuvo la suerte de llegar a las faldas del Misti y al valle de "Arequepay".
Y desde entonces se habló de aquel Tuturutu que tenemos en el centro de la Plaza de Armas de Arequipa.

Cuentan los antiguos que hace mucho tiempo se rumoreaba que existían subterráneos en la catedral, esto se fue tomando en serio por algunos investigadores y por lo tanto decidieron al mítico subterráneo.

La entrada se encontraba debajo del demonio que hay en la catedral, ellos pensaron que dicho demonio podría advertir lo que se oculta en el subterráneo.

Armándose de valor emprendieron la partida, primero encontraron un profundo agujero, procediendo descubrieron un laberinto de túneles donde habían habitaciones, en una de ellas se podía ver muchos huesos de humanos, rodeados de insectos y ratas. Entraron a otra habitación que era como una especie de tumba donde al parecer éran enterrados los clérigos y sacerdotes hace siglos, en ella había cantidad de criptas, al poner al descubierto una de ellas, encontraron huesos intactos de un católico, rodeado de joyas religiosas, también encontraron la cripta del fundador de Arequipa Garcí Manuel de Carbajal, se encontraba vestido con un traje metálico, guantes, espada, yelmo y penacho, dentro de estos sus huesos blancos, así también la lápida de su hijo Diego de Carbajal.

Ingresaron a otra habitación donde quedaron inmóviles al encontrar detrás de la puerta una criatura amenazante, era una inerte estatua de piedra, una gárgola que cuidaba el recinto que daba la impresión de ser real.

Al regresar a la otra habitación se escucharon murmullos, voces, cantos guturales golpes, que aumentaban su intensidad, cruzando esta, de pronto se detuvieron esos sonidos, como si se hubieran percatado de su presencia, hasta que se deslizó la deteriorada pared y observaron un lugar profundo y desproporcionado donde habían muchos personajes con trajes oscuros que le cubrían todo el cuerpo  y gran parte del rostro, todos ellos llevaban encendido un cirio y formaban un circulo, en el centro había un altar de piedra negra labrada, cuya imagen labrada representaba al demonio, aquellos seres adoraban al demonio con un desconocido e indefinido lenguaje.

Se dice que esos investigadores quedaron tan consternados que solo lograron salir dos de ellos, uno de ellos perdió la razón y el otro quedó mudo del susto, ellos lograron salir por la iglesia de Santo Domingo.

Muchas veces habrá oído hablar de los duendes dice que son pequeños hombrecitos de menudas proporciones, tienen una barba larga y a veces llevan un sombrero grande.

Se dice del origen de los duendes son de aquellos niños que mueren sin ser bautizados o los fetos que fueron abortados y echados al río, también dicen que las mujeres que tenían relaciones fuera del matrimonio orinan duendes, para prevenir que niños fallecidos se conviertan en duendes es hacer un señal de la cruz con agua bendita y Juego enterrarlo junto al pequeño, la cruz también bendecida.

Los adultos no pueden ver a los duendes ya que estos son invisibles ante los ojos del adulto impuro, y visibles para los niños puros.

Son pequeños seres traviesos, se divierten con los humanos, haciéndoles bromas de toda clase, ellos se esconden bajo las camas y los pesados muebles y en los cuartos oscuros, viven en los lagos que han sido engendrados en callejones oscuros, en los zaguanes mal iluminados o en la tibia intimidad de los maizales. Ellos hacen un sin fin de cosas, tocan el cuerpo de las personas y se esconden y agarran cualquier objeto y los ponen en cualquier lugar, anudan las piernas de los pantalones, también ocultan tesoros y saben dónde encontrar el Oro.

A veces tocan una flauta y atrapan la voluntad de la gente, dejándose llevar por su magia hasta sus dominios.

Algunos duendes son viejos barbaros y pequeños, estos son malignos y peligrosos causan terror a quienes lo ven, a veces se pegan a las espaldas de los humanos y como no hay como desprenderse de estos, pueden conllevara la muerte.

También adormecen y reaniman a los hombres soplándoles el rostro, dicen que sus excrementaron color amarillo y cuando cae el sol se volatizan, muchas veces imitan el llanto del bebe, confundiéndolos.

La única forma de deshacernos de estos duendes maléficos, es hacer llorar a un niño, y a un duende.

Este largo puente con estructura de fierro fue una obra de Eiffel, además nuestro puente es el más largo de Sur América, cuenta la leyenda que existe una sirena debajo de este puente, esta la hija de la sirena que vive en el puente Bolognesi, en este puente, pegado al risco hay una piedra grande donde vive esta sirena.

A esta gran piedra la denominaran Machiruna, esta piedra es la puerta de ingreso al rio subterráneo que hay detrás del río Chili. Allí empieza la casa de la sirena, la piedra está amarrada en la parte de abajo por la fuerza de todos los brazos de los hombres que han desaparecido.

Este río subterráneo se comunica con la casa de su madre, que une en el puente Bolognesi, cuando se reúnen hacen grandes fiestas, esta sirena sale a lavar sus vajillas entre las seis y siete de la tarde, los que iban al río a esas horas desaparecían la sirena los encantaba.

El castigo de estos hombres que desaparecían, era que veían a la sirena sentada sobre una piedra mostrando coquetamente su cuerpo delgado, su larga cabellera y su cola de pez con escamas de siete colores, los hombres al mirar se quedaban encantados y caminaban hacia ella y de pronto escuchaban bellas melodías que salían de las vibraciones del agua y ahí quedaban atrapados. La sirena cogía la varita mágica y movía la piedra Machiruna y en ese instante el hombre desaparecía entre las aguas y nunca más se los volvía a ver.

El puente Juan Pablo II que se encuentra al final de la avenida Ejercito que limita con Cerro Colorado, antiguamente se llamaba “El puente del diablo” según las versiones de antiguos arequipeños lo sabemos porque lo llaman así:

Se cuenta en Arequipa, que por una subida en Cerro Colorado se encontraba antiguamente una excelente picanteria, una de las mejores de toda la Ciudad Blanca. La dueña contrato en primavera a una bella joven para que atrajera a la clientela , esta joven con el tiempo se gano su confianza y comenzaron a quererse como madre e hija, conforme mas crecia la muchacha sus intereses se ivan enfocando cada vez mas en un joven ranchero de la zona, con el que despues de un corto amorio concibio a una pequeña criatura.

La dueña indignada al enterarse de la noticia le propuso a la joven extraerle al niño, ella entre la confusion y el panico acepto la propuesta.Luego de que retiraron el feto lo arrojaron bajo un puente que aun no tenia nombre.

Años despues la misma joven ya adulta paseaba por aquel puente cuando de repente escucho los llantos desgarradores de un bebe, "Que madre tan desnaturalizada abandona a su bebe bajo este peligroso puente" penso mientras bajaba dispuesta a recojer a la criatura. 

Finalmente logro alcanzarla y la enrollo con su manta, poco a poco la joven se dio cuenta que los llantos del bebe cada vez se hacian mas fuertes y ya no sonaban como llantos sino como gruñidos chillones y perturbadores, cuando se dispuso a ver en que condiciones estaba el niño vio con horror que era el mismisimo demonio, el cual rapidamente la mordio y araño hasta dejar su espalda en carne viva.

La joven se arrastro a duras penas pidiendo ayuda, hasta que finalmente le dieron atencion medica, aunque nunca fueron capaces de creerle.

Desde ese dia debido a esa historia ese puente fue bautizado como " El puente del Diablo" por los pobladores, que actualmente es conocido como el puente "Juan Pablo II".

Un día la corteza terrestre vio nacer a un cerro llamado hijo del Misti, por estar muy cerca de su padre. El padre de alegría expulso cenizas, vapor de agua, lava fuego. Al finalizar la cresta de la tierra se vio mortificada, el padre había perdido en ese alborozado momento, la parte cónica de su belleza singular. Con el transcurso de los años, la alarma creció el mistisito estaba creciendo en un lugar mal ubicado, donde provocaría que su padre erupcione y además el Chachani pelee con el mistisito, su sobrino, para existir y como es normal su hermano el Misti saldría en defensa de su hijo y se produciría un gran enfrentamiento y la pelea se expandiría al Pichu Pichu y otros volcanes.

Los primeros en evitar que este siga creciendo fueron los gentiles que vivían en las laderas del río chili, estos se abrumaron y pensaron que lo mejor sería irse a vivir a otro lugar, pero del firmamento apareció unos objetos brillantes, con muchas luces azuladas, verdosas, estas naves silenciosas bajaron y se posaron muy cerca de los gentiles, de esta salieron unos hombrecitos pequeños del tamaño de los gentiles, ellos hicieron amistad conversaron lo necesario y ambos se despidieron a cumplir cada con su promesa.

Todos los gentiles bajaron de la superficie de la tierra varios kilómetros y así llegaron al centro de la tierra. Ellos pronunciaron palabras mágicas con lo que consiguieron atraer mucho oro en los bolsillos.

Al regresar a sus casas empezaron a fabricar con este mineral eslabones abiertos a su extremo, tal como era lo convenido con aquellos, Hombrecillos.

Pasaron varios meses hasta que un atardecer todos los gentiles caminaron en dirección al Mistisito y allí se reunieron llevando sus eslabones y más noche ya habían formado una larga cadena de oro, con lo que encadenaron al hijo del Misti con varias vueltas.

Al finalizar esta promesa, las naves silenciosas al ver que los gentiles habían cumplido su promesa empezaron a lanzar desde sus naves un rayo de fuego a la tierra abriendo grietas profundas y así fue como cortaron las raíces del Misticito. Terminando con esta promesa ambos se despidieron y muy satisfechos.

Han pasado miles de años, los gentiles han desaparecido de la faz de la tierra, el Misticito empezó a hacer fuerza queriendo romper la cadena, y por las noches se veía desde lejos que el Misticito botaba leguas de fuego por la cintura y además se escuchaba de él "voy a crecer tan grande como mi Padre".

Un arriero que fue testigo de esto, se dirigió a la ciudad a decir a todos los arequipeños, que el Misticito tiene mucho poder y que todos de la ciudad deben evitar su crecimiento cruzando su cuerpo con fajas de fierro, amarrándolo y así nunca llegue a ser como su padre el Misti.

Fue un padre Sabuesa quien detuvo el crecimiento del pequeño volcán, mandando a construir unos enormes zunchos de fierro y con ellos amarró al Misticito de tal manera que ya no pueda crecer.

Según la historia el tesoro se encontraba dentro de una gran cueva y en ella había un río subterráneo, el misterio de esta historia lo resolvió un hombre que ambicionaba con estos tesoros.

Este hombre empezó a caminar desde el puente Grau en dirección al Misti, siempre por el lado izquierdo y los ojos bien abiertos tratando de descubrir algún indicio de la desembocadura del otro río. Terminando el día llego hasta las partes altas del valle del Misti chiquito y el esfuerzo fue en vano.

De regreso a su casa pudo esclarecer nuevas ideas: los agricultores de Socabaya extraen agua de algunos pozos distantes que vienen de los deshielos del Pichu Pichu, éste agua según los agricultores vienen de los ríos subterráneos.

Al día siguiente muy temprano fue a las partes altas de Uchumayo hasta llegar a las viejas canteras de sillar y así sospecho que las filtraciones de aguas venían de Chachani, entonces aquellas filtraciones de agua le llevarían hasta el río subterráneo.

Camino siguiendo las húmedas tierras. Mientras avanzaba, las filtraciones desaparecían y aparecían en lugares diferentes. Camino cientos de metros hasta que la humedad desapareció en forma definitiva, miro a lo lejos y vio muy distante el Chachani, a cierta distancia se encontraba algunos arbustos de pie, que le indicaban que bajo sus raíces estaba aquel río subterráneo.

Entonces cogió tres piedras formando un triangulo, esta era ia señal para saber donde se había quedado, seguidamente apuro sus pasos para llegar rápidamente al pueblo.

Para ver la dirección exacta del río subterráneo se dirigió donde el mejor chaman del pueblo y este le vendió un palito de Hoque en forma de “y” más los conocimientos como debería utilizar esta herramienta y así resolvió el enigma y con el misterioso palito fue al lugar donde dejó el triangulo de piedras.

Decidió a lo que vendría, cogió el palito y esta herramienta de rato en rato le indicaba donde había agua. Luego de avanzar varios kilómetros casi llegando a las faldas del Chachani el palito dejo de funcionar , ya no daba indicios del río subterráneos, observo que la última piedra estaba junto a un cactus, nuevamente construyó un triangulo de piedras y así muy contento y cansado se regreso al pueblo.

Al siguiente día cogió algunas herramientas camino obsesionado por encontrar el gran cacto, al encontrar empezó a cavar un hueco, el río subterráneo estaba a cinco metros de profundidad. Ya llevaba varias horas cavando y la profundidad del hoyo crecía junto a la humedad de la tierra, hasta que descubrió la dureza del suelo y al pegar la oreja escucho el sonido del río subterráneo y con el pico logro hacer un pequeño orificio y así descubrió el río.

Con el deseo de llegar al río, agrandó aquel orificio y bajo con un pequeño costalillo y siguió caminando hasta encontrar una cueva y la altura del pozo, pasaba diez veces su cuerpo y miro que la salida se estaba tapando y todo se oscureció. El hombre se lleno de miedo y al mismo tiempo sacó un mechero de su bolsillo y lo encendió y con esa luz recobró la calma.

Avanzó en dirección contraria a las aguas con el mechero en manos, avanzó como tres kilómetros y las aguas dejaban de moverse, a medida que el avanzaba encontró retazos de tela, luego algunos huesos humanos y en una de ellas encontró una cadena con una cruz de oro.

Al tiempo que avanzaba la tienda se agrandaba y en allí encontró piedras talladas en formas de asiento y al levantar la mirada en la pared estaba dibujado el rostro de Cristo. Al salir de este cuarto, encontró un gran patio y una pequeña catarata. Su último mechero ya se acababa y con poca luz, corrió desesperado y en una de las paredes encontró un mechero de oro finamente trabajado por manos artesanales, sin pérdida de tiempo la encendió y la cueva se ilumino sin dejar espacio oscuro.

Siguió caminando y encontró en una de sus habitaciones paja y en el suelo varios esqueletos que vestían la túnica de sacerdotes jesuitas formando un circulo y en el centro varias cajas de madera, se acerco a estos esqueletos tenían crucifijos y en los dedos anillos de oro con piedras preciosas.

Tomo estos tesoros y los puso en su cuello y los aros en sus dedos, también encontró una biblia en latín y a su lado un libro donde decía “testamento de los jesuitas” y algunos pergaminos, cuadros de la ultima cena y la resurrección de Cristo.

La tierra empezó a temblar y algunas partes de la cueva se desprendieron, no perdió el tiempo y corrió al centro de aquellos esqueletos y al abrir una de las cajas encontró la mayor diversidad de joyas, y en ello había cáliz de oro, coronas, pulseras, etc.

Antes de abandonar el lugar lo dejo bien marcado para poder regresar, tenía todo el camino bien marcado ya casi llegaba al pueblo, se sentó a descansar y a contemplar sus preciosas joyas y muy contento por esto de pronto sus joyas empezaron a desvanecerse por si solos y desaparecieron poco a poco y el hombre no se explicaba por esto, perdió todo el tesoro que pudo extraer del Chachani, y no volvió a pensar más en ellos por que comprendió que estos son de los jesuitas.

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